Paradójicamente, la moda no le interesa como tal. Las creaciones de Chalayan se concentran ante todo sobre el modo en el que funciona el cuerpo en el seno del mundo que lo rodea. Tanto en término físico de espacios y de volumen como en términos relacionados con el medio ambiente, sin olvidar el contexto sociocultural que influye sobre él.
No es de extrañar que Hussein Chalayan estuvo a punto de hacerse arquitecto. Por otra parte sus ropas son impresas con tal rigor técnico y por tal precisión que parecen a veces casi arquitectónicos.
Sin embargo, el trabajo de Chalayan se encuentra lejos de ser frío. Es también muy apreciado por sus desfiles, que abandonan el podio tradicional en beneficio de puestas en escena espectaculares que eliminan las fronteras entre moda, el diseño, la realización y el arte, a menudo con una gran emoción.
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